Una actitud ante la vida
Cuando me preguntan qué es arteterapia me cuesta dar una respuesta exacta. Yo lo imagino como algo gráfico, un guiso. Los buenos guisos son los que se cuecen a fuego lento, cada ingrediente tiene su propio tiempo de cocción acompañado de sus aderezos que potencian el sabor, el olor… Así es como entiendo yo la arteterapia, como una cocción en mi interior que se va haciendo muy despacio pero que va tomando una forma y un peso. Una llama interior que me guía en la oscuridad aportándome mayor claridad, tomando consciencia de lo que me rodea y de cómo me encuentro en ese espacio para desde ahí dar el siguiente paso. Para mi arteterapia es una actitud ante la vida. Una forma de vivir mi vida de una manera más intuitivamente creativa, respetando los procesos y, sobretodo, respetándome a mi.
Como arteterapeuta este es mi estilo y desde donde yo puedo acompañarte. Me apasiona experimentar la relación del cuerpo con el espacio y la vibración del sonido en este, poniendo atención a las sensaciones que habitan en el. Agudizar los sentidos para escuchar las necesidades del cuerpo como punto de partida. Profundizar en el cuerpo para conectar y rescatar nuestra parte más innata para ser la mejor versión de nosotros mismos. Porque tú eres único y tu guiso es distinto al de los demás, tiene su propio sabor y color.