La vida es cíclica
La vida es cíclica y los ciclos marcan nuestra vida. Lo podemos ver allá donde miremos…en la naturaleza, en las estaciones del año, en los meses, los años que se van cumpliendo… todo cambia y nada dura para siempre, ni nuestros pensamientos ni nuestras emociones.
Sentimos el cambio en la temperatura… del calor abrasador al gélido invierno pasando por la agradable primavera y el frescor otoñal. Los ciclos lunares y la rotación de la Tierra alrededor del sol. Así también con la naturaleza, las hojas amarillas del otoño caen en invierno y las ramas que parecían muertas reviven en primavera. Todo lo que parece muerto, en realidad está descansando para volver a nacer. El atardecer y el amanecer.
También podemos observar los ciclos en nuestro propio cuerpo. El latido del corazón, distribuye la sangre por todo el cuerpo a través de dos movimientos, sístole y diástole, que acunan y tranquilizan si los escuchas. En la respiración podemos observar la inspiración y expiración, es un ciclo que puede ayudarte como anclaje para volver a tu cuerpo y al momento presente, liberándote de tus propios pensamientos y emociones. Dormir en las horas de oscuridad para despertar con la luz solar. En las mujeres el ciclo menstrual fluctúa cada 28 días, repitiéndose cada mes.
Tu mente es como una gran habitación que también funciona a través de ciclos… Las emociones son energía en movimiento, hay ciertas etapas del año donde estamos más sensibles como en Navidad y más alegres en verano. Los pensamientos también son así, nos aferramos a ellos haciéndolos parte de nuestra experiencia de vida. Incluso tenemos ciclos en nuestra vida. Cada 3, 5 o 10 años se producen ciertas situaciones en tu vida que te llevan a sentir una y otra vez lo mismo.
Gran parte del camino personal es observar estos ciclos y cambiar la manera de afrontarlos ya que ese ciclo vital se repite una y otra vez. Estos ciclos pueden crear bucles de los que nos resulta difícil salir. Pero, de estas etapas llamadas “crisis”, se puede salir fortalecido y más sabio si te permites la oportunidad de afrontarlas con unos prismas nuevos. Si no te permites fallar nunca podrás aprender.
Si te encuentras ante un ciclo, ante una situación que se repite, o quizá ante una nueva que no sabes cómo manejarla, puedes abordarla desde tu cuerpo, éste sabrá decirte por dónde está la salida.
De las situaciones más extremas, salimos reforzadas, somos más creativas y encontramos nuevas soluciones a los problemas.